Lucy Patané: “Encuentro felicidad, angustia, encuentro todo en movimiento, por eso soy una hija de ruta”
Capaz de moverse entre lo íntimo y lo estruendoso, entre el silencio y la distorsión, Lucy Patané habla con la misma honestidad que atraviesa cada canción. Esta compositora, productora y multiinstrumentista, se consolidó como una de las voces más singulares de la escena independiente y con Hija de ruta, su segundo disco solista, profundiza esa búsqueda creativa marcada por el azar, la intensidad y los aprendizajes de una vida en movimiento.
En esta entrevista con Soy Rock, Patané comparte cómo surgió el título de ese álbum, qué le dejó el recorrido nómade y cómo la paciencia, el error y la crudeza se volvieron parte esencial de su música. Y eso se ve también en Área afectada, su tercer álbum (del que charlaremos en otra ocasión, queda pendiente). Todo en la previa a su show en el Teatro Vorterix este sábado 20 de septiembre.
–“Hija de ruta” tiene un título que remite al viaje, al movimiento constante. ¿Cómo dialoga este disco con tu vida nómade y qué significa para vos ser ‘hija de ruta’?
–Claro que remite a viaje, a movimiento constante, pero bueno, la curiosidad, digamos, del título en sí que es, es que es un error de tipeo. Es un error de tipeo de Carlos Cioni, que fue mi manager durante mucho tiempo. Él me mandó un mail con un Excel adjuntado y me dijo: “Lucy, tenemos que seguir a la hija de ruta”. Al rato me mandó otro mail y me dijo: “Perdón, a la hoja de ruta”, que era este Excel. Y yo ahí le dije: “Gracias, me diste el título del disco”. Todo esto te lo cuento para contestarte que, de alguna manera, el error, el azar, la curiosidad por abrir puertas en el camino, son parte, digamos, de esta vida. No sé si diría, “nómade”, pero bueno, que tiene que ver con un poco con recorrer los vericuetos que se van abriendo alrededor de un camino. Uno puede tener un objetivo que es sacar un disco o hacer un show o hacer una canción, pero en el medio de ese camino, surgen un montón de posibilidades y para eso hay que estar como muy abierto. Entonces, este disco es, en algún punto, la suma de muchos errores y está hecho de muchas de esas puertas abiertas. Para mí, bueno, ¿que qué significa ser hija de ruta? Es un poco eso. Estar lanzada a la ruta, que en la ruta y en los viajes y en el movimiento, encuentro… Encuentro canciones, encuentro experiencias, encuentro errores, encuentro aciertos, encuentro felicidad, encuentro angustia, encuentro todo en movimiento, por eso soy una hija de ruta.
–En tus canciones se percibe una búsqueda muy personal, pero también un eco generacional. ¿Qué deseos propios impulsaron este álbum y cómo se cruzan con los deseos colectivos de la gente que te escucha?
–El deseo de hacer este álbum fue, en algún punto, tener ganas de estar otra vez en un proceso creativo, ¿no? Que para mí estar en un proceso creativo significa entrar en un estado en el cual suceden y se juegan un montón de cosas. Como mucha adrenalina, mucha emoción, y yo tenía ganas de volver a estar en ese estado de creatividad, pero no sabía bien cómo, no es que tenía canciones y estaba lista para grabar un segundo disco. Es como que necesitaba, básicamente, salir a buscar historias. Tenía que lograr sacar un poco de una insatisfacción guardada, un malestar, y necesitaba sacarlo a través de un proceso creativo, que es muy complejo: Ese traspaso de lo que uno siente hacia afuera y que eso se se transforme en un disco. Con respecto a los deseos colectivos de la gente que me escucha, yo creo que la gente que me escucha sabe que lo que yo pueda publicar de música siempre va a ser algo que a mí me motivó y a mí me emocionó, por ende, creo que siempre tiene esa llegada como más bien emocional.
–Como artista que recorre escenarios, ¿qué aprendizajes te dejó el camino nómade y cómo eso transformó tu forma de componer y de estar en el mundo?
–Toco desde muy chiquita. A los 9 años fue la primera vez que me subí a un escenario, después en la adolescencia toqué mucho hardcore y punk y con mi banda en ese momento recorrimos muchísimo acá lo que es el conurbano bonaerense. También fuimos a otras provincias, a otros países y siempre fue un una forma completamente 100% autogestionada e independiente. El recorrido me ha dado un montón de herramientas para hoy poder pararme en cualquier escenario. Desde ese entonces, digamos en la juventud, tocábamos donde podíamos, en cualquier lugar donde haya más o menos un espacio y haya gente que quiera escucharnos. Después, obviamente, en el medio, estaban las complejidades técnicas, logísticas, que ese tipo de shows podían tener. También, de alguna manera, me dan las herramientas para hoy poder pararme en cualquier lado y que ningún problema de esos sea un problema. Entonces, yo creo que un poco el recorrido así más bien punk o hardcore o de muchos años recorriendo, te da la gimnasia para poder pararte en cualquier lado. Entonces un poco ese es el aprendizaje que me dejó esa forma de hacer música, que es como con lo que hay, con lo que se puede. Esa también es, de alguna forma, no sé si mi forma de componer… Al componer y hacer un disco, sí soy un poco más perfeccionista, pero también grabo con lo que tengo. Aunque me pongo un poco más perfeccionista en ese sentido.
“En la pandemia se me fue un poco la magia, se me fue la ficción de los días”
–Este disco parece transitar algo muy íntimo, pero a la vez en lo musical la banda suena potente, enorme. ¿Buscaste el equilibrio entre esos polos durante la producción?
–Este disco sí es bastante íntimo. Con respecto a lo musical, la banda soy yo, porque yo grabé todos los instrumentos, entonces es íntimo de por sí. Creo que un poco en este disco lo que me pasó fue que perdí un poco la metáfora, pero no lo estoy diciendo de modo negativo, es como que fue un momento en el cual perdí la metáfora de la vida, ¿no? En la pandemia se me fue un poco la magia, se me fue la ficción de los días. Entonces, este disco es como que refleja un poco ese malestar y por eso las letras quizás son como un poco más crudas, más directas. Me chocó, me costó encontrarme con esa forma de transmitir, más directas, más crudas, menos escondida a través de una imagen, más cinematográfica, como la que quizás tiene el disco anterior. Entonces eso me costó un montón y creo que este esfuerzo por salir a manifestarme de esa forma, se traduce un poco en la música que es un poco más violenta. Es como es un poco más eh intensa la musicalidad de este disco, que creo que es un poco la forma en la que pude salir a decir las cosas que me estaban pasando.
“Me gusta aportar un poquitito, un granito de arena, con música levemente diferente para gente a la que le interese escuchar climas, silencios y capas sonoras. Esa es mi batalla”
–En un contexto musical y cultural donde prima lo inmediato, vos trabajás con climas, silencios y capas sonoras que piden escucha atenta. ¿Qué lugar ocupa la paciencia en tu propuesta? ¿Y en tu vida?
–A mí me gusta mucho la paciencia en la música, esto te lo digo como Lucy oyente. Quizás como Lucy artista en estado de creación o Lucy productora haciendo un disco así independiente, en el cual la producción está a mi cargo también, ¿no? Entonces es como que son un montón de tareas en las cuales hay que hacer un equilibrio muy enorme para no perder la paciencia. Son un montón de factores en los cuales hay que estar muy alerta, o sea, en la parte artística, en la parte técnica, en la parte de la producción, la parte de la ejecución de los instrumentos, en cómo se paga todo eso, ¿no? En la parte económica, en la gestión si es que se invita a gente, bueno, gestionar es eso, que los discos a veces tienen una fecha de entrega, o no de entrega, sino de que hay que terminarlo, porque bueno, quizás ya tenés una fecha de presentación porque si no ya se te pasa el año… Entonces son un montón de cosas para las que hay que tener mucha paciencia. Cuando uno está haciendo música aparecen todas esas otras cosas a las cuales hay que atender y ser paciente. Y otra cosa es el tiempo y los espacios, como estás diciendo vos, en la música en sí. Yo disfruto mucho cuando en un momento de creación aparece un silencio, aparece algo inesperado, porque es como cuando alguien te está contando una historia y de repente aparece algo que no te esperás. O cuando estás viajando y de repente hay una ruta o una carretera que es igual durante kilómetros y de repente sucede algo inesperado. Bueno, muchas veces el silencio es algo inesperado y me gusta. Me gusta mucho trabajar con respecto a eso. Y también porque hoy siento que la música está tan manoseada en algún punto, en la forma de hacer música mainstream hay una fórmula específica que mucha gente sigue y ya hay un montón de eso en el mundo. Entonces, me gusta aportar un poquitito, un granito de arena, con música levemente diferente para gente a la que le interese escuchar climas, silencios y capas sonoras. Así que esa es mi batalla.
El último disco de Lucy Patané es Área afectada. ¡Escuchalo ahora!